Carm.
|
¿Usté generosa admite
la ofrenda de mi pasion?
|
Cor.
|
Así, tan de sopeton...
Deje, por Dios, que medite...
|
Suns.
|
Chá, si no me'n puc avindre!
|
ESCENA XIV.
Dichos, y doña Prisca por la primera puerta izquierda, y por la segunda Baltasara y Chesinto.
Prisca.
|
Nena,
y Baltasara? Adios, pollo.
|
Carm.
|
Señora, de mi sorpresa
le hablaba.
|
Cor.
|
Déjame ver (Vá al balcon.)
si la calle aun la pasea...
|
Carm.
|
Mucho estimo
la memoria...
|
Balt.
|
Están dispuestas?
Doña Prisca, yo me ha puesto
así, de cualquier manera.
|
Balt.
|
Tanta ropa
que una tiene, y se emperesa...
|
Prisca.
|
Sentiria únicamente
que nos viese la Pomera.
|
Suns.
|
Y en élls
se'n anirá.
|
Prisca.
|
Pero, querida, usté olvida
mi refresco, y tengo seca
la garganta.
|
Cor.
|
¿No vale mas que á la vuelta
probemos la rica horchata
de chufas, en una de esas
horchaterías que tienen
tanta fama?
|
Carm.
|
Dise usté bien, ó entraremos
en un café.
|
Balt.
|
En efecto,—pren dinés.
|