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Pàgina:Escalante - Tres forasters de Madrid.pdf/53

De Viquitexts
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eixe...
Carm. Me arde la cabesa!
Ches. Qué dius?
Carm. Padre, esa mujer

me ha marchitado, me seca.
Soy un arbusto sin hojas,
una flor mustia.

Ches. Só bestia,

ma que si agarre el bastó
te desfás una costella.
Vínem en flors... Cuant me chire
y vech l'armariet tinc febra.
Pronte dirán; y tan pronte,
adios, última peseta!
Ya no'n queden! ya no'n queden!
ya está com una patena.
(Vase segunda izquierda.)


ESCENA XVII.

Carmelito solo, mirando á la primera izquierda.

Carm. Qué'stic mirant! cariñosa

li dona la ma, éll la estrecha...
Condenasion! y sus padres
hasiendo el non sabo, ¡dejan
que se la bese! Ahora ya
no puedo con mi existensia.
(Dirigiéndose á la mesa, donde está el arma-
rio, abre un cajon y saca una pistola.)
La vida me es imposible!
Así está la pistoleta.
Li escriuré un adios en vers...
no; que no entendrá la lletra,
y si entropese en ú deixos
consonants que tanto cuestan,
ni d'así al estiu que vé
me mate.(Empuñando la pistola.)
El pulso me tiembla.
Arma horrible! en un instante
acabarás con mis penas.
Si no m'hagueren pelat
li deixaria una mecha
en memoria... Pero en fí,
valor. No tiembles, muñeca...
sentiria allastimarme,
parese que me arrepienta.

Cotorra. Apunten, fuego, run!...
Carm. Ah!