La Maredeueta
Era un huerto alegre cuajado de flores
En la vega hermosa que el Turia acaricia.
Era un nido eterno, de los ruiseñores.
Jardín encantado de toda delicia.
Allí en la barraca nació Vicenteta,
Que a las mismas flores envidia les daba.
Y allí cierta noche, dio cita indiscreta
A un humilde artista que fiel la adoraba.
Y ante los encantos de musa tan bella
Fue el amante de ella el pobre escultor
Que esclavo del arte, que en su alma sentía
Así le decía, temblando de amor.
Xiqueta, xiqueta meua,
jo ta imatge vull copiar.
Seràs la Maredeueta.
La Maredeueta més volguda
i boniqueta que es venera en el altar.
Bajo el emparrado de la barraqueta
Una bella imagen labró entre las flores.
Y copiando el rostro, de su Vicenteta
Modeló un conjunto de gracias y amores.
De sus brujas manos surgió la escultura
Con calor de vida que su arte le daba.
Y fue aquella imagen de amor y ternura
La sagrada Virgen que el pueblo adoraba.
Y por vez primera, cubierta de flores
La gloriosa Virgen salió en procesión.
Y al verle las mozas su cara de cielo
De todas las bocas, salió esta canción.
Mireu a la Vicenteta, més igual
No pot estar, ella és la Maredeueta.
La Maredeueta més volguda i boniqueta
Que es venera en el altar.
Todo en la barraca, cantaba y reía
Feliz el artista amó a Vicenteta.
Pero ella por otro en aciago dia
Huyó para siempre de su Barraqueta.
El quedó tan triste que aquel mismo año
Al salir su Virgen en la procesión
Recordando al verla, su cruel desengaño
Quiso destrozarla, gritando "traición!".
Se paró la gente, cesaron los cantos.
Insultó a la Virgen en su frenesí.
Mas pronto, rendido, vencido, humillado,
Cayó arrodillado, diciéndole así.
Oh, Santa Maredeueta.
No me faces desgraciat.
Torna'm la meua xiqueta.
La meua xiqueta
Que té la teua careta.
Mare des desemparats.