que se habla nuestra lengua. Si, como decíamos ayer, el catalán, el balear y el valenciano son un mismo idioma, como no habrá nadie que deje de reconocerlo, debe de tener un nombre común. ¿Se le llamará catalán? ¿Habrá de ser valenciano? ¿Le corresponde mejor el apelativo de balear o mallorquín? […] Para los que creen a pies juntillas que el valenciano lo trajeron los catalanes de la Conquista, no hay cuestión: para éstos el nombre común debe ser «lengua catalana». Pero es que hay otro sector, nosotros creemos que un poco más lírico, que asegura que el valenciano nació aquí, como en Cataluña surgió el catalán y en Mallorca el balear […] Los que así piensan son los aferrados a que nuestra lengua se llame «valenciana», y a quienes les rayan las tripas cada vez que a un escritor valenciano, de la época medieval, los catalanes lo catalogan como cultivador de la «lengua catalana». Nosotros sinceramente creemos que con ello no se nos rompe ningún hueso. Querol, uno de los poetas más inspirados y a la vez uno de nuestros mejores cerebros de los modernos tiempos, no titubeó en llamar a sus versos valencianos «Rimas catalanas»; y el mismo Teodoro Llorente era en esto muy transigente. En último término, cabía pensar que dentro de estas modalidades lingüísticas de catalán, mallorquín y valenciano, los que hablan la primera están en mayoría; y en la actualidad, por el desarrollo y esplendor de sus letras, bien ganado tienen ese primer puesto.
1930
Lluís Revest i Corzo, La llengua valenciana. Notes per al seu estudi i conreu, Castelló de la Plana:
1930
Salvador Guinot, «Per a la reglamentació ortográfica», Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, XI, p. 304: