Pàgina:Cansons de la terra (1874).djvu/91

De Viquitexts
Aquesta pàgina ha estat revisada.

Delgadina se quitó
Muy triste y desconsolada.
A otro dia apenas pudo
Llegar hasta la ventana,
Por la que ha visto á su Madre
Bebiendo en vaso de plata.
—Madre, ¡si es que sois mi Madre,
Dadme un poquito de agua!
Que el corazon tengo seco
Y á Dios entrego mi alma.—
—Pronto, pronto, mis criados,
A Delgadina dad agua,
Unos en jarros de oro,
Otros en jarros de plata.—
Por muy pronto que acudieron,
Ya la hallaron muy postrada.
A la cabecera tiene
Una fuente de agua clara;
Los ángeles la rodean
Encomendándole el alma,
La Magdalena á los pies
Cosiéndole la mortaja;
El dedal era de oro,
Y la ajuga era de plata.
Las campanas de la gloria
Ya por ella repicaban:
Los cencerros del infierno
Por el mal Padre doblaban.

(Fernan Caballero.Cosa cumplida... solo en la otra vida).