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De Viquitexts
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—Delgada estoy, Padre mio,
Porque estoy enamorada—
—Venid, corred, mis criados,
A Delgadina encerradla:
Si os pidiese de comer,
Dadle la carne salada;
Y si os pide de beber,
Dadle la hiel de retama.—
Y la encerraron al punto
En una torre muy alta.
Delgadina se asomó
Por una estrecha ventana,
Y á sus hermanas ha visto
Cosiendo ricas tohallas.
—¡Hermanas! ¡si sois las mias...
Dadme un vasito de agua,
Que tengo el corazon seco,
Y á Dios entrego mi alma!
—Yo te la diera, mi vida,
Yo le la diera, mi alma;
Mas si Padre Rey lo sabe
Nos ha de matar á entrambas.—
Delgadina se quitó
Muy triste y desconsolada.
A la mañana siguiente
Asomóse á la ventana,
Por la que vió á sus hermanos
Jugando un juego de cañas.
—¡Hermanos, si sois los mios...
Por Dios, por Dios, dadme agua,
Que el corazon tengo seco,
Y á Dios entrego mi alma!
—Quítate de ahi, Delgadina,
Que eres una descastada;
Si mi Padre el Rey te viera.
La cabeza te cortara.—