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Pàgina:Obres de Ramón Llull (1886).djvu/252

De Viquitexts
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e leuant son cor e ses mans e sos vlls al cel, dient aquestes paraules: En nom de Deu misericordios misericordejant, al qual sia donada lahor, cor es senyor del mon. En eyl ador, e en eyl confiy, cor eyl es endreçament de la dreta carrera de salut. [1] Moltes d altres paraules dix lo sarrahi, segons que hauia acustumat en sa oracio. § Lo sarrahi dix al gentil, apres que hac finida sa oracio, que los articles de sa lig son .xij., ço es a saber: Creure en vn Deu. Creador. Mafumet esser propheta. L Alcora esser lig donada de Deu. Esser demanat per l angel al home mort, cant es soterrat, si Mafumet es missatge de Deu. Morran totes coses, exceptat Deu. Resurreccio. Sera Mafumet exohit al dia del judici. Retrem comte a Deu al dia del judici. Seran pesats los merits e les colpes. Pasaran per la carrera. E lo .xij. article es creure paradis e infern esser.

  1. Esta invocación es un simple traslado de los primeros versículos del Corán. Recítanla los musulmanes siempre que principian alguna cosa; y ella se lee en el comienzo de casi todos los capítulos del libro de Mahoma. Empieza así el texto alcoránico: «Alabanzas sean dadas á Dios, señor del Universo, clemente y misericordioso. Adorémosle é imploremos su ayuda, por que él es quien nos dirige por el camino derecho.» Dan los creyentes á estos versículos el nombre de fatihat, que equivale al de comienzo, introducción, apertura. Parece que esta fórmula ya la usaban desde tiempos muy remotos los antiguos persas, poniéndola en el principio de los capítulos de sus libros, según asegura Abul-Feda. Y de los persas debió tomarla Mahoma, para repetirla tantas veces en su obra. Los muzlines la consideran como la quinta esencia de todo el libro sagrado, y la dicen continuamente en sus rezos, como los cristianos la oración dominical. Atribúyenle además virtudes maravillosas, y al pronunciarla inclinan devota y humildemente su cuerpo. Deber de todo mahometano es colocarla á la cabeza de todos sus libros y escrituras, como un sello de su religión. Abul Saddat escribió una obra sobre este primer Sura del Corán, y los expositores disertan largamente sobre cada una de sus palabras.